La esperanza, a veces, llega en forma inesperada. Así lo vivió la familia de Rubén, un joven que nació con síndrome de Down y cuya vida dio un giro completo gracias al apoyo de la asociación Effeta, que cumple su 50 aniversario.
De acuerdo con su hermano, Jason Romo Flores, los primeros diagnósticos para Rubén eran desalentadores: su condición le impediría caminar o hablar.
Sin embargo, tras 10 años de tratamiento especializado, Rubén no solo ha vencido esas predicciones, sino que ha desarrollado una notable independencia.
“Nos decían que no iba a poder caminar ni hablar, pero después de ciertas terapias, él logró caminar, jugar futbol, brincar. Nos entiende, nos responde e incluso nos hace bromas. Es más inteligente que todos”, relató Jason con una mezcla de orgullo y emoción.
El cami