El homenaje más profundo no siempre se da en palabras. A veces, se expresa en gestos, en símbolos cargados de historia, en silencios compartidos. Así fue como Estudiantes de La Plata acompañó el último adiós a Miguel Ángel Russo, uno de los grandes ídolos de su historia, en el velatorio que tuvo lugar en La Bombonera.
Una delegación de dirigentes se hizo presente para rendirle tributo al hombre que vistió más de 400 veces la camiseta albirroja y que, fiel a sus convicciones, jamás defendió otro escudo dentro del campo de juego. La institución platense llevó al lugar una serie de objetos significativos, verdaderas reliquias para su familia y para la historia pincha: una camiseta firmada por todo el plantel profesional, una medalla conmemorativa del centenario del club, una pelota, una co