A los 69 años, Miguel Ángel Russo le dijo adiós a este plano para transformarse en ídolo del fútbol argentino para la eternidad. Un entrenador que no solo se fue querido por los hinchas de Boca , sino por varios equipos del medio local y del ámbito internacional. Su carrera estuvo plagada de grandes momentos, pero hay tres que destacan de gran manera.
“ Él había visto los dos partidos del fin de semana y cuando hablan del 5 a 0 él sonrió con su mejor sonrisa porque sabía que ese equipo lo había armado él “, expresó el periodista Martín Arévalo en ESPN F10 sobre las últimas horas del entrenador. Uno que decidió elegir al fútbol hasta el último suspiro, debido a que lo aferraba a su esencia y le permitía mantener viva la experiencia de despertarse al día siguiente. Un gesto de amo