Cada quien vive la fe y la espiritualidad a su manera, es imposible seguir un patrón particular más allá de creer en o no en Dios y los santos.
Cristian Henríquez, conocido por ser la «Voz del Tránsito» de la capital venezolana y hoy día radicado en Maturín, no sintió ninguna presencia anormal, tampoco vio una luz o destellos que le permitieran decir, es José Gregorio Hernández; pero es su fe y convicción con la cual asegura que su sanación es producto de la intercesión del llamado «médico de los pobres».
Su historia con el próximo santo de la Iglesia Católica inicia cuando fue a rescatar su papá, porque a la moto se le había soltado la guaya y estaba accidentado. «Me paro en una esquina para ayudarle, el acelera y yo me caigo».
Relata el locutor que tras ser llevado a una clínica en Ca