Jorge de Frutos (Navares de Enmedio, 1997) ha llegado a la selección desde la España vaciada. Como tantos otros niños tenía que ir al colegio en el pueblo de al lado y un poco más lejos para ir al instituto. Se plantó en el fútbol profesional sin haber entrenado más de dos días a la semana. Diez años después, de las paredes del bar de su pueblo, regentado por sus padres, cuelga la camiseta de su debut con la selección.
¿Cómo es para un jugador de un pueblo de menos de 100 habitantes jugar con la selección?
El sueño de cualquier niño pequeño que empiece a jugar al fútbol es jugar con la selección, jugar con España. He tenido la suerte de poder venir, de poder disfrutar de esta experiencia, que para mí es maravillosa.
¿Y cómo era su vida allí?
Yo estuve viviendo allí hasta los 18 años. E