Por DAVID CRARY, PETER SMITH y TIFFANY STANLEY The Associated Press
Cada semana, cientos de millones de personas en todo el mundo se reúnen para rendir su culto en paz. Pero para algunos, llega un día en que la violencia mortal invade sus espacios sagrados y destroza esa sensación de santuario y seguridad.
Eso ocurrió recientemente en una sinagoga en Inglaterra y en dos iglesias en Estados Unidos. Antes de ello, hubo ataques de alto perfil en mezquitas de Nueva Zelanda, una sinagoga en Pensilvania y un templo sij en Wisconsin. Esta violencia puede intensificar la ansiedad y el miedo absoluto entre el clero y los fieles de todo el mundo.
Las medidas de seguridad han sido reforzadas, se ha puesto en alerta a los feligreses, y aun así, la pregunta clave persiste: ¿pueden los creyentes sent