El rendimiento de Alexis Sánchez en sus primeros días como jugador del Sevilla ha deslumbrado a los andaluces. El Niño Maravilla ha anotado dos tantos, ha aportado asistencias y, fundamentalmente, ha demostrado su vigencia en la escuadra de Matías Almeyda quien, por cierto, no ha ahorrado elogios para referirse a su influencia tanto dentro como fuera del campo de juego. Sus compañeros, tampoco.

La resurrección futbolística del Niño Maravilla podría alcanzar, incluso, para hacer tambalear una regla en el interinato de la Selección: en los últimos listados, no fueron considerados jugadores que integraron la Generación Dorada, bajo el principio de privilegiar a futbolistas que no superaran los 30 años de edad. La aspiración es conformar un contingente para afrontar el proceso hacia el Mundia

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