Cada semana, cientos de mexicanos venden plasma en Estados Unidos como una alternativa para cubrir sus gastos básicos. El fenómeno, que ha crecido especialmente en estados fronterizos como Texas, Arizona y California , refleja la desigualdad económica que enfrentan migrantes y trabajadores de bajos ingresos, quienes encuentran en esta práctica una forma rápida de obtener dinero.

La cantidad de mexicanos que venden plasma en Estados Unidos ha aumentado cerca de 30% en el último año , impulsada por el alza en los precios de la vivienda y la falta de empleos bien remunerados. En ciudades como El Paso, McAllen y Phoenix , los centros de donación pagan entre 40 y 60 dólares por sesión , con posibilidad de realizar hasta dos donaciones semanales.

Aunque la práctica es legal en terr

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