La selección de Brasil volvió a brillar y recuperó la confianza este viernes tras golear 0-5 a Corea del Sur en Seúl, en el primer amistoso preparatorio rumbo al Mundial 2026. Con Estêvão —la nueva joya del fútbol brasileño— y Rodrygo en plan estelar, el equipo de Carlo Ancelotti dejó atrás la decepción sufrida ante Bolivia y firmó una actuación convincente que devolvió la sonrisa a la “Canarinha”.
El duelo en el World Cup Stadium, disputado bajo una lluvia persistente, tuvo un nombre propio: Estêvão. El atacante de apenas 18 años abrió la cuenta a los 13 minutos con una definición precisa tras una genial asistencia de Bruno Guimarães. Su sociedad con Vinícius Júnior, Rodrygo y Matheus Cunha desarmó por completo la defensa surcoreana.
Rodrygo amplió el marcador antes del descanso, tras u