Romper la pantalla de un dispositivo es una de las situaciones más comunes y frustrantes para cualquier usuario. Un simple descuido, una caída inesperada o un golpe accidental pueden dejar el equipo casi inutilizable.

Ante este problema, algunos optan por recurrir a un servicio técnico especializado y otros se arriesgan a repararla por su cuenta .

Ambas opciones tienen ventajas y desventajas que conviene evaluar con calma. No se trata solo de resolver lo inmediato, sino también de pensar en la durabilidad del arreglo y en el costo total de la decisión.

Analizar el tipo de daño, la disponibilidad de piezas y las habilidades técnicas del usuario puede marcar la diferencia entre una reparación exitosa o un gasto innecesario.

Cómo reparar la pantalla rota del móvil solo o con el me

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