Ese hombre de contextura ancha, cara alargada y cabello bien peinado hacia un lado que lloraba en el centro de la cancha del estadio Marcelo Bielsa de Rosario, Argentina, tenía un dolor profundo en el alma. Antes de que iniciara el partido entre Newell’s Old Boys y Tigre, válido por la fecha 12 de la Liga de Argentina, hubo un minuto de silencio en honor al técnico Miguel Ángel Russo, fallecido el miércoles.

Ignacio, su hijo de 24 años que juega como delantero en Tigre, llegó de último al círculo que divide la cancha. Antes, estaba hablando con Cristian Fabbiani, técnico de Newell’s, quien lo abrazó para darle el pésame por la pérdida de su padre, quien murió a los 69 años en Buenos Aires, siendo entrenador de Boca Juniors.

Después del abrazo y algunas palabras de condolencia, Russo

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