El fútbol argentino volvió a escribir una de esas historias que van más allá del juego, cargada de emoción y simbolismo. Este fin de semana, en el estadio Coloso Marcelo Bielsa de Rosario, Ignacio “Nacho” Russo convirtió un gol inolvidable. No solo por lo que significó en lo deportivo, sino por el profundo homenaje que representó: fue el primer gol del delantero de Tigre tras el fallecimiento de su padre, el histórico entrenador Miguel Ángel Russo.
El momento se vivió en un contexto especial. Antes del inicio del encuentro entre Newell’s y Tigre, todo el estadio se puso de pie para rendir tributo al querido técnico, que dejó su huella en clubes como Boca Juniors, Rosario Central, Vélez Sarsfield y muchos otros. Camisetas al viento, bufandas al cielo y un aplauso cerrado dieron paso a un r