Aunque los discursos de sostenibilidad se multiplican, la moda mundial continúa tejiéndose con hilos de petróleo , gas y carbón . Lo advierte el más reciente informe de Fashion Revolution, What Fuels Fashion? 2025 , una radiografía de doscientas marcas que dominan un negocio de 2,7 billones de dólares anuales, cuya conclusión es incómoda: las tecnologías para producir ropa sin combustibles fósiles ya existen, pero casi nadie las usa .
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En los talleres donde se tiñen y secan las telas, el calor sigue viniendo de calderas alimentadas por carbón o gas. Son procesos de baja temperatura —no superan los 250 °C— que podrían electrificarse por completo con equipos ya disponibles, como bomba