De una necesidad práctica surgió una de las soluciones más ingeniosas del agro argentino . Cuando la falta de espacio en acopios y puertos amenazaba con frenar la cosecha, los productores encontraron en una simple bolsa de polietileno una respuesta inesperada.

Así nació el silobolsa: una alternativa económica, flexible y eficaz que hoy guarda más del 40 % de la producción nacional y que transformó la poscosecha en todo el planeta .

Cada unidad puede almacenar hasta 200 toneladas de trigo y, en conjunto, contienen entre 50 y 55 millones de toneladas de granos por año solo en Argentina. Su adopción fue tan rápida que, en pocos años, pasó de ser un recurso transitorio a un símbolo de innovación.

“Esta tecnología se exporta a más de 50 países y se posiciona como un caso de innovació

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