Poza Rica, Veracruz.– En una madrugada que pasó de la quietud a la pesadilla en cuestión de horas, el río Cazones se desbordó con la furia de un titán desatado, convirtiendo las calles de Poza Rica en torrentes de lodo y desesperación. Lo que comenzó como lluvias intensas en los últimos días de septiembre y se agravó en las 72 horas previas, impulsado por la tormenta tropical Priscilla en el Pacífico y el eco lejano del huracán Jerry, ha dejado un saldo devastador: al menos siete personas muertas en Veracruz, cientos de evacuados, miles de viviendas anegadas y una región entera luchando por no ahogarse en el olvido.
De las Primeras Gotas al Diluvio Bíblico
El preludio del horror se gestó a finales de septiembre de 2025, cuando las precipitaciones extraordinarias comenzaron a azotar el no