La UNL acaba de publicar un libro de Roberto Maurer sobre Juan José Saer: es Juani. Pequeña crónica de una amistad. En un tramo de su evocación, dice Maurer: “Nunca percibí que homologara la literatura a una carrera, o que buscara voluntariamente alguna forma de publicidad, o que se preocupara por cuestiones de mercado”. Y un par de líneas después, dice también: “Los desinteresados, justamente porque supieron separar las aguas, suelen ser los negociadores más temibles para cerrar un trato comercial, y Juani lo era”.
Los rasgos de este retrato son claros y reconocibles: no había en Saer una premisa que identificara la trayectoria de un escritor con algo así como una carrera, ni tampoco el afán de autopromoción que se volvería tan general. Y en especial: no hay en su literatura, ni tan siqu