A la salud mental le ocurre como a los conjuntos deportivos femeninos. Hay que acompañar al sustantivo del adjetivo calificativo para dejar constancia de lo que se está hablando –escribiendo–. Los espectadores –claro– se llevarían las manos a la cabeza si, rigurosos en agendar la fecha y hora del partido de la selección española de baloncesto contra la estadounidense, se encontraran dentro de la caja boba a Alba Torrens en lugar de a Willy Hernangómez. Todo por no llevar consigo la citada selección el apelativo 'femenino'. Lo mismo sucede con la salud mental. Salud hay por todas partes, igual que quienes la veneran. Es una de las preguntas habituales en las visitas –más o menos– ocasionales a la pitonisa: «¿Qué hay de la salud?». Es, también, preocupación insaciable para nuestros mayores;
Malud sental

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