Raúl Ocampo actúa como si lo hubiera vivido todo, y en realidad ha vivido mucho. Su carrera crece con fuerza, pero también con una sensibilidad especial que lo ha llevado a habitar papeles intensos y, sobre todo, a atravesar momentos personales profundos. Lo vimos acompañar con amor a su novia Alejandra Villafañe en sus días más difíciles , despedirla con ternura y volver poco a poco a su oficio con la certeza de que el arte también puede ser refugio. De eso quedan constancias escritas, incluso un libro.
Pero Raúl no quiere ser definido únicamente por el dolor, sino por la forma en que lo ha transformado. Esta charla es sobre lo que le ha pasado, pero, sobre todo, es un relato inspirador de lo que viene.
Estaba en el colegio, muy pequeño. Era un colegio de pocos estudiantes, de educación