Houston— El despliegue de tropas de la Guardia Nacional de Texas a Illinois a petición del presidente Donald Trump ha dividido a los gobernadores de la nación, rompiendo los lazos entre líderes estatales que durante mucho tiempo se han presentado a sí mismos como por encima de la refriega partidista.
El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, junto con el gobernador Gavin Newsom de California, ambos demócratas, han amenazado con abandonar la alguna vez cordial Asociación Nacional de Gobernadores, un grupo formado hace más de 100 años y dedicado a encontrar áreas de acuerdo bipartidista incluso en tiempos políticos de fricción.
En cambio, los gobernadores demócratas están acusando a los republicanos, especialmente al gobernador Greg Abbott de Texas, de una traición, incluso una “invasión”