Las tiendas de indumentaria tradicional aragonesa viven estos días el habitual frenesí previo a la Ofrenda a la Virgen del Pilar . Todo este mes ha sido mucho más intenso de lo normal y estos últimos días están siendo «de auténtica locura» para poder entregar a tiempo los trajes y los típicos arreglos de última hora . «Son semanas de mucho trabajo, pero después de 32 años en esto ya estamos acostumbradas. Es inevitable que haya gente que lo deje siempre para el último momento», explica María José Cebrián, responsable de la tienda zaragozana Atavíos , ubicada en la calle Viva España.

El sector ya se ha recuperado del duro golpe de la pandemia –que llegó a cancelar la Ofrenda y redujo a la mínima expresión las actuaciones de jota– y ahora afronta con optimismo tanto el presente como e

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