El serbio Novak Djokovic, aparentemente con contratiempos físicos, tratado en varias ocasiones por el médico de pista, no pudo frenar ni el impulso ni el entusiasmo del monegasco Valentin Vacherot, que agrandó su sueño con un triunfo incontestable, por 6-3 y 6-4, para alcanzar, por primera vez en su carrera la final de un torneo ATP, el Masters 1000 de Shanghái.
Nada, ni siquiera el jugador más laureado de la historia, ha podido frenar la energía, la fe y la ilusión de Vacherot, que llegó a Shanghái con pocas esperanzas de jugar y que, poco a poco, tras pasar por la fase previa, ha atravesado el cuadro hasta alcanzar la final de un evento grande. Algo impensable hace diez días.
Shanghái 2025 ya tiene parte de su bonita historia. Una posible final entre primos, entre familiares que, parti