Gimnasia y Tiro le ganó 2-0 a Temperley y avanzó a los cuartos de final en el Reducido de la Primera Nacional.

En el campo, el albo mostró desde el inicio su intención de ser protagonista. Con presión alta y juego asociado, buscó abrir el marcador ante un Temperley que apostó al orden y a la contra. Las ocasiones no tardaron en llegar: un disparo de Montoya exigió al arquero visitante y un cabezazo de Díaz rozó el travesaño, encendiendo el grito ahogado de las 15 mil almas que colmaron las gradas.

En cada rincón del estadio se respiro ilusión. Las banderas flamearon, los bombos marcaron el pulso y el cántico de la hinchada retumba con fuerza: “Vamos, vamos, Albo, vamos…”, mientras los jugadores dejaron todo en busca de un triunfo que los metió entre los ocho mejores del torneo.

Una noc

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