La nao Santa María es el mayor barco de los tres que formaron parte de la expedición de Cristóbal Colón. Estos días en San Sebastián podemos visitar su réplica y perdernos por sus 26 metros de eslora. Imaginando, por unos momentos, que formamos parte de aquella tripulación que pasó a la historia.
Acceder a esta réplica es entrar en uno de los capítulos más importantes de la historia, el descubrimiento de América. Quienes se acercan hasta el barrio marinero, donde descansa la nao, se asombran ante su presencia. "Es un recuerdo de la historia y de la intrepidez del hombre", asegura una mujer.
Caminando por su cubierta podemos descubrir las duras condiciones en las que vivieron sus cerca de cuarenta tripulantes. "Qué loca estaba la gente entonces para navegar en cosas como estas ", nos