La psicóloga Lydia Viñuela ha explicado en sus redes sociales los motivos por los que una persona puede obsesionarse con alguien que no le corresponde . Según la experta, no se trata de que guste la falta de correspondencia, sino que la persona en cuestión emite una serie de reforzadores que resultan atractivos y a los que se desea seguir teniendo acceso.

Los reforzadores: el origen de la obsesión

El problema, según Viñuela, es que como esa persona no corresponde, acceder a esos reforzadores se vuelve mucho más difícil y los que se obtienen son más limitados. La psicóloga pone un ejemplo claro: "Te gustaría abrazarla, besarla y de momento lo único que podéis hacer es hablar por WhatsApp y quedar de vez en cuando a tomar un café". Esta limitación es clave en el desarrollo de la fi

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