La crisis de acceso a la vivienda ya no es un fenómeno exclusivo de las grandes ciudades. El alquiler por habitaciones, tradicionalmente ligado a estudiantes o perfiles temporales, se ha convertido en una alternativa real para familias, parejas y trabajadores que no pueden acceder a un piso completo.

El fenómeno, ya visible en barrios periféricos de ciudades como Santiago, A Coruña o Vigo, se acelera también en localidades dormitorio como Milladoiro, donde el mercado está tensionado por falta de oferta y requisitos cada vez más restrictivos.

"Estamos dejando atrás el piso turístico. Ahora viene el negocio habitacional", explica Jacobo Blanco, gerente de Capitel KSA Inmobiliaria. En su oficina, recibe cada semana a inquilinos con solvencia económica pero que no cumplen los criterios exigi

See Full Page