El hallazgo de un ejemplar de la culebra real de California (Lampropeltis californiae) en el municipio de Telde (Gran Canaria) en 1998 parecía un hecho anecdótico, pero hoy constituye una amenaza ecológica de primer orden . En aquel entonces, nadie podía imaginar que más de dos décadas después esta especie invasora alteraría la dinámica de la cadena trófica y afectaría a especies endémicas de la isla.

En 2007, se asentaron varias poblaciones de este reptil en Gran Canaria , según reportes de autoridades locales y estudios científicos posteriores. Desde ese momento, la problemática fue en aumento, y en la actualidad se considera que la especie está firmemente establecida en varios municipios de la isla, incluyendo Gáldar, Agaete, San Bartolomé de Tirajana, Mogán y Las Palmas de Gran Canaria .

Invasión de la culebra real en Gran Canaria

Un reciente estudio publicado por investigadores de la Delegación en Canarias del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) confirma que la culebra real está afectando la cadena trófica de Gran Canaria. Entre sus presas habituales se encuentran reptiles endémicos como el lagarto gigante de Gran Canaria (Gallotia stehlini), la lisa grancanaria (Chalcides sexlineatus) y el perenquén de Boettger (Tarentola boettgeri), especies que ya enfrentan presiones por la fragmentación de hábitats y la acción humana.

El estudio indica que en zonas «invadidas» por la culebra real se detectó un 84,1% más de mosquitos y moscas, un 319,4% más de chinches y un 106% más de hormigas y abejas en comparación con áreas no afectadas, lo que podría favorecer la aparición de enfermedades y alterar la salud pública y la actividad agrícola de la isla.

«Hasta ahora, Gran Canaria es el único lugar en el mundo en el que se conoce que esta especie se haya instalado como invasora en el medio natural. Su capacidad de adaptación propiciada por un clima idóneo y recursos alimenticios abundantes, junto al hecho de que no presenta depredadores naturales en el territorio insular, favoreció que la introducción puntual de ejemplares de esta especie se convirtiese en una población estable y en expansión en la isla», alerta Stop Culebra Real, un proyecto impulsado por el Cabildo de Gran Canaria y el Gobierno de Canarias.

A pesar de que la culebra real no es venenosa, es un depredador muy difícil de detectar . Durante la estación húmeda, su actividad aumenta en superficie, mientras que entre noviembre y febrero la mayor parte del tiempo permanece bajo tierra. La fase reproductiva ocurre entre marzo y julio.

Características

La culebra real de California es una especie de serpiente no venenosa originaria del oeste de Estados Unidos y el noroeste de México. Mide entre 120 y 240 centímetros de longitud , aunque se han registrado ejemplares más grandes en condiciones favorables. Su cuerpo es robusto y alargado, cubierto de escamas lisas y brillantes, que le permiten deslizarse con facilidad sobre distintas superficies.

Se alimenta principalmente de pequeños reptiles, incluyendo lagartijas y geckos, así como de pequeños mamíferos y aves . En Gran Canaria, la culebra real ha adaptado esta dieta para incluir especies endémicas como el lagarto gigante de Gran Canaria y la lisa grancanaria. Además, su capacidad de ingerir presas relativamente grandes en comparación con su tamaño corporal contribuye a su éxito como especie invasora.

En cuanto a reproducción, la culebra real es ovípara. La hembra pone entre 6 y 20 huevos, que incuban durante aproximadamente 60 a 75 días, dependiendo de la temperatura ambiental. Las crías nacen completamente independientes y listas para cazar, lo que favorece una rápida expansión poblacional . Otro rasgo importante es su longevidad: en libertad, puede vivir entre 15 y 20 años.

Impacto y acciones de control

«Los impactos de las invasiones biológicas se ven acentuados en ecosistemas insulares, puesto que las especies han evolucionado de manera aislada careciendo, por ejemplo, de adaptaciones frente a depredadores foráneos. En este caso, entre la fauna actual del archipiélago canario no se encontraba ninguna especie de serpiente hasta la llegada de la culebra real de California. Si acudimos al registro fósil, únicamente podríamos encontrar indicios de la existencia de serpientes en las islas de Lanzarote y Fuerteventura, aunque tan escasos, que no podemos descartar que hubieran llegado en las garras o el estómago de alguna ave.

«Las acciones de control se fundamentan en dos tipos de actuaciones que se realizan de manera complementaria: la búsqueda activa de culebras, llevada a cabo mediante rastreos diarios en los núcleos de población conocidos; y el trampeo, realizado a través de la revisión periódica de las trampas instaladas de forma estratégica en el territorio grancanario. La colaboración ciudadana constituye un pilar fundamental para el control de la culebra real de California. A través del Sistema de Alerta Temprana se pone a disposición del ciudadano una serie de medios de contacto para poder hacer un reporte de una observación o captura de una culebra. Entre ellos figura la app STOPCULEBRAREAL para móviles, desde la cual se puede avisar a tiempo real de un avistamiento».