La marca estadounidense recupera su identidad sin caer en ideas preconcebidas de la mano de su nueva directora creativa. Lo suyo ni es minimalismo ni es lujo silencioso, sino prendas elaboradas y sencillas (que no simples).

“¡Ya me tocaba!”, dice Veronica Leoni sobre su nombramiento, que se hizo oficial hace justo un año. Ahora que ha presentado dos colecciones de Calvin Klein, la última hace escasas semanas, parecía predestinada para ocupar la dirección creativa de la marca que convirtió el minimalismo en una especie de religión. La romana ha trabajado en el equipo de diseño de The Row, Jil Sander o el Celine de Phoebe Philo, es decir, en los tótems de ese menos es más, prendas discretas de calidades exquisitas y precios aún más exquisitos. Hace un par de años creó su propia enseña, Qu

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