Editorial Tiempo Fueguino.-

Paros, promesas y familias en alerta. Tierra del Fuego atravesó un año en el que la educación se suspendió entre conflictos gremiales, respuestas políticas demoradas y un sistema que dejó a los estudiantes en pausa.

Otro día, el timbre no sonó.

Las mochilas descansaron en los rincones de las casas;

un recreo que no fue, y aulas mudas con el polvo de tiza en suspenso.

En Tierra del Fuego, un nuevo paro docente de 48 horas mantuvo a miles de estudiantes sin clases. Las puertas cerradas repitieron una postal que ya se volvió costumbre.

La falta de planificación y de decisiones claras trascendió las aulas y afectó a toda la comunidad. Durante todo el año, mes a mes, semana a semana, las familias reacomodaron rutinas, los abuelos asumieron el rol de cuidadores

See Full Page