En el fútbol argentino no es fácil dejar un recuerdo feliz en clubes que, por lo general, suelen competir en los mismos torneos o entre sus hinchas existe una cierta pica emparentada con una historia del pasado o una grieta del presente.

Sin embargo, Pablo Lugüercio rompe cualquier molde: salió campeón con la camiseta de Estudiantes de La Plata y también logró resaltar en un Racing en pleno proceso de reconstrucción tras salvarse del descenso a mediados de 2008.

En la temporada 2013-2014 logró permanecer en Primera con aquel Olimpo que orientaba Walter Perazzo (sostuvo 28 encuentros y marcó un gol) y después siempre se mantuvo en el máximo nivel nacional: jugó en Aldosivi y se retiró en el Pincha en 2019.

No caben dudas de que el “Payasito” se ganó un lugar en la memoria de los hinchas

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