Un policía fue acusado de filmar y fotografiar a sus compañeras en el baño de la Jefatura.
Las oficiales afectadas detectaron que un hombre ingresaba una mano con un teléfono celular a través de un hueco en la estructura del baño para fotografiarlas mientras usaban el inodoro en el habitáculo que creían reservado.
La primera queja formal fue radicada a fines de agosto y se descubrió un número significativo de funcionarias perjudicadas.
La situación se focalizó en el área de medicina laboral, espacio que funciona en el subsuelo de la institución.
Tras una investigación interna, descubrieron que el autor de este hecho es un cabo de la Policía, y encontraron material grabado a escondidas de sus compañeras.