Más de 300 concesiones marítimas para el cultivo de especies marinas caducaron en distintas regiones del país y serán revocadas por la Armada de Chile. La situación afecta principalmente a pequeños y medianos acuicultores que cultivaban salmones, ostras, choritos, ostiones y otras especies.

La medida se debe al vencimiento de patentes asociadas a los permisos de concesión de uso de agua para la acuicultura, muchas de las cuales expiraron sin que sus titulares fueran debidamente notificados.

Una de las afectadas es Jessica Cabrera, la única mujer acuicultora de pequeña escala en la región del Bío Bío. Desde su centro de cultivo “Granja Marina”, cultiva ostra chilena y japonesa, choro zapato, ostiones y mejillones. Según denunció, ha pagado sus patentes al día, pero un error administrativo

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