La transformación de los usos de suelo, y particularmente en el Campo de Cartagena , donde se da una intensa actividad agraria, urbanización y construcción de viales, puede acelerar las escorrentías en episodios de lluvia abundante como la de la pasada semana y acabar afectando a infraestructuras en contacto con el suelo, como son las canalizaciones de agua potable que mantienen sin suministro actualmente a más de 100.000 personas en el entorno del Mar Menor.

Los movimientos de tierras pueden afectar a la magnitud y la intensidad de los procesos de erosión y sedimentación de los suelos. Los cambios de uso del suelo hacen que haya más desprotección frente a la agresividad de las lluvias y las escorrentías según Víctor Castillo, Investigación en el Departamento de Conservación de Suel

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