Por Ricardo Henríquez Flores, Director de escuela de Kinesiología, Universidad San Sebastián
En Chile, el dolor crónico no oncológico afecta a un 32,1% de la población mayor de 18 años, según un estudio de la Universidad de Chile. Esta condición, que trasciende lo físico para impactar la calidad de vida y la productividad, exige soluciones accesibles y efectivas.
Frente a este escenario, el kinesiólogo emerge como un agente de salud clave. Lejos de la antigua recomendación del reposo, la evidencia científica consolida al ejercicio físico como una piedra angular del tratamiento. Este profesional cuenta hoy con un arsenal terapéutico en expansión, aplicando movimiento con precisión para modular el sistema nervioso, reducir la inflamación sistémica y liberar endorfinas, nuestros analgésicos