A diferencia de lo que ocurre en la realidad, la pubertad de los dientes flojos no está impulsada por cambios hormonales. Coincide con el inicio de la “infancia intermedia”, un periodo de profundos cambios psicológicos en el que el cerebro sienta las bases de pensamientos y sentimientos más maduros.
“Es una etapa clave en la que el niño construye su identidad e intenta averiguar quién es en relación con los demás”, afirma Evelyn Antony, estudiante de doctorado en psicología de la Universidad de Durham, Reino Unido.
“Y su mundo emocional también se está expandiendo”, agrega.
Mientras que la infancia y la adolescencia son ahora bien conocidas, la infancia media -que abarca de los 6 a los 12 años- ha sido muy olvidada en la investigación científica. Algunos psicólogos llegan a describirla