El dinero amasado con el narcotráfico servirá ahora para combatir sus peores consecuencias. Esta es la premisa que impulsa la liquidación del vasto patrimonio de José Ramón Prado Bugallo, más conocido como Sito Miñanco. La gestión de los fondos recaudados correrá a cargo del Plan Nacional sobre Drogas, que destinará íntegramente los beneficios a programas de prevención y asistencia a toxicómanos. Se cierra así un círculo perverso con una suerte de justicia poética : la riqueza ilícita que tanto daño causó a la sociedad revertirá en ella para sanar sus heridas.
De hecho, la subasta de estos bienes es la victoria final en una batalla judicial que se ha prolongado durante dieciséis años. Supone un golpe definitivo al entramado económico que sustentó durante décadas las operaciones del hi