La tragedia de Sandra Peña, la joven de 14 años que el pasado miércoles se precipitó desde un balcón en la calle Rafael Laffón de Sevilla, ha sacudido a la comunidad educativa y reabierto el debate sobre la gestión de los casos de acoso escolar. Su familia ha anunciado que denunciará al colegio Irlandesas Loreto, al que acusan de no haber activado el protocolo antiacoso pese a las reiteradas advertencias de la madre.
El más profundo dolor se hacía patente esta mañana durante una concentración ante el altar improvisado en el portal de la casa familiar. Los padres de Sandra, su hermano de 16 años y el abuelo materno se fundieron en un emotivo abrazo ante las velas y flores en memoria de la joven. Solo un aplauso de los presentes rompió el silencio cargado de sollozos.
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