Una semana después del desbordamiento del río Pantepec, las calles de este municipio veracruzano continúan cubiertas de lodo.
Las lluvias que superaron los 500 milímetros de precipitación en tres días dejaron más de 120 comunidades incomunicadas, sin luz, sin agua y con miles de familias que lo perdieron todo.
En la colonia Santa Cruz, el agua bajó, pero la vida no volvió a la normalidad. Las casas siguen cubiertas de fango y los muebles quedaron inservibles.
Los vecinos levantan con las manos lo que pueden rescatar mientras el olor a humedad y descomposición se extiende por el aire.
Perla, vecina del lugar, intenta limpiar con un trapo la mesa donde antes servía comida.
Dice que no ha faltado apoyo solidario, pero que la enfermedad empieza a rondar.
“Comida sí ha habido, pero no med