El 18 de octubre de 2019, bajo el gobierno de centro derecha de Sebastián Piñera, tuvo lugar en Chile un intento de derrocar al régimen por la vía de la violencia y la insurrección. La extrema izquierda y también parte de la izquierda, supuestamente moderada, llevó adelante un plan coordinado de destrucción y ataques sin precedentes a la propiedad pública y privada. En su momento, se mencionó que la razón que explicaba esta brutalidad, se originaba por un alza $ 30 pesos chilenos - 0,027 euros - en el costo de la tarifa de transporte público.

La verdad era otra. Grupos extremistas organizados e infiltrados por extranjeros y anarquistas, atacaron decenas de estaciones del Metro de Santiago, quemaron iglesias, saquearon supermercados y destruyeron el centro de la capital de Chile. Fue tal e

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