Por Ricardo Sánchez Recio Orientador Familiar, Profesor de Química

En artículos anteriores, señalamos que educar La sexualidad y La afectividad de los hijos es ‘enseñar a amar para saber amar’’. Amar es pedir perdón y perdonar, aunque esto no es fácil. Escribe el Papa Francisco: ‘Cuando hemos sido ofendidos o desilusionados, el perdón es posible y deseable, pero nadie dice que sea fácil. La verdad es que La comunión familiar puede ser conservada y perfeccionada sólo con un gran espíritu de sacrificio. Exige, en efecto, una pronta y generosa disponibilidad de todos y cada uno a La comprensión, a La tolerancia, al perdón, a La reconciliación. Ninguna familia ignora que el egoísmo, el desacuerdo, las tensiones, los conflictos atacan con violencia y a veces hieren mortalmente La propia comuni

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