1. Corría el año 1983. La democracia era una promesa y, mientras Raúl Alfonsín emergía como un vendaval democrático y transformador, un peronismo baqueteado llegaba a las elecciones. En septiembre, en un acto de campaña, habló el candidato a vicepresidente y por entonces líder del partido, Deolindo Felipe Bittel. Ante un estadio de Vélez colmado, el dirigente chaqueño enunció uno de los actos fallidos más notorios. La frase fue: “Como en el 45, la opción es “Libertad o dependencia. Y los peronistas siempre optamos por la dependencia”. Un estadio ruidoso casi que no tomó nota. Pero la historia ulterior del peronismo pre-renovación demuestra que Bittel no hacía otra cosa que decir una verdad. Una que le daba vergüenza reconocer.
2. ¿Qué es en términos reales la batalla cultural? Es un tema