Número 34 de Montagu Square, Marylebone, Londres, mañana del 18 de octubre de 1968 . John Lennon y Yoko Ono llevan tres meses viviendo juntos en la muy inglesa casa de ladrillos a la vista que les ha prestado Ringo Starr. Están en la cama, semidesnudos, cuando escuchan que suena el timbre, no una sino varias veces, insistentemente. El beatle piensa que es algún periodista, de esos que no lo dejan en paz desde que separó de Cynthia para convivir con esa polémica artista japonesa a la que nadie conocía. Por eso no atiende. Pero quien llama a la puerta es el detective de Scotland Yard, Norman “Nobby” Pilcher , al mando de una patrulla de seis hombres y una mujer policía, con una orden de allanamiento en la mano .
Como nadie contesta a los llamados, los timbrazos se convierten en golpes