Creció escuchando hablar de su belleza constantemente. En la calle, la gente paraba a su madre para decirle: “¡Qué hermoso es su hijo!” Ella no soportaba que lo tocaran, así que, cuando lo paseaba por el parque de Sceaux, llevaba un pequeño letrero en el cochecito que advertia: “¡Mírenme pero no me toquen!“, contó el actor en la revista Paris Match años antes de morir.
El niño de los ojos azules, y una mirada que solía ser definida como fría, nació el 8 de noviembre de 1935, en Sceaux, en los suburbios de París, hijo de un proyector de películas —y más tarde director de un pequeño cine en Bourg-la-Reine— y de una mujer que trabajaba en una farmacia y como acomodadora de cine que soñaba con ser actriz.
Tenía apenas cuatro años cuando sus padres decidieron separarse y rehacer sus vidas