Un sendero que rodea la localidad onubense de Almonaster la Real llega hasta una antigua cuadra que podría ser, perfectamente, el museo más pequeño del mundo, donde un vecino de la localidad, Carlos José Romero, muestra objetos que ha ido recopilando toda su vida.

Se trata de un lugar que cada año es visitado por cientos de personas, atraídas por la curiosidad de ver en vivo elementos que, en algunos casos, hace más de cien años que dejaron de usarse y, al mismo tiempo, por la posibilidad de disfrutar de las vistas que se aprecian desde su acceso, en la loma de una colina que sube hasta el castillo y la mezquita del municipio.

Y todo ello bajo el nombre de 'El buscador de setas', un sitio que se puede visitar sin coste alguno, igual que es gratis la explicación que da Romero como creador

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