La inmensa vocación de servicio que definió al Dr. José Gregorio Hernández no nació en los grandes laboratorios de Europa, sino en los valores sembrados por su familia en la sencilla Isnotú, estado Trujillo.

Si queremos entender la raíz de su caridad y su profundo humanismo, debemos mirar hacia quienes lo formaron. Los pilares de esa educación fueron sus padres: Benigno María Hernández Manzaneda , un comerciante de la región andina, y Josefa Antonia Cisneros Mansilla , dedicada enteramente a las labores del hogar, a la crianza de sus hijos y a transmitirles la fe que moldearía su destino.

La unión de Benigno y Josefa se oficializó el 22 de octubre de 1862. Los datos históricos sugieren que se conocieron y enamoraron en un contexto de conflicto, la Guerra Federal, que azotaba al paí

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