Uno de los mayores éxitos del espionaje en la historia fue el protagonizado por Klaus Fuchs, un físico alemán nacionalizado británico, cuya brillantez científica y compromiso ideológico marcaron un antes y un después. A los 19 años se unió al partido comunista y luchó contra el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, para luego integrarse al Proyecto Manhattan, liderado por Robert Oppenheimer en Estados Unidos, donde participó en el desarrollo de la bomba atómica.
Gracias a él Rusia pudo lanzar hace 80 años su programa nuclear, el 18 de octubre de 1945, basándose en toda la información que Fuchs suministró sobre la bomba de plutonio y la bomba de hidrógeno, convirtiéndose en uno de los espías más decisivos de la historia atómica.
Gran parte de esta historia y sus complejidades se refl