En el corazón del valle de Benasque , a resguardo de cumbres y ríos, un pequeño restaurante ha convertido la brasa en su seña de identidad. Aquí, la carne es la estrella absoluta: se cocina a la vista del comensal , en una chimenea que preside sala y terraza, y se sirve con una honesta vocación por el producto.
El resultado: un comedor acogedor , de aforo contenido, donde el trato cercano y el mimo por los detalles han fidelizado a una clientela que repite. “ Maravilloso. Para volver sin duda ”, resume una de las opiniones más compartidas por quienes lo visitan. Este es la Brasería El Rincón de Cerler.
La carta: del verde que abre el apetito a la brasa que manda
La oferta arranca con ensaladas bien resueltas (9,00–12,00 €), montadas sobre una base fresca de hoja de robl