Un mar de banderas estadounidenses, gritos de “libertad” y carteles pidiendo “democracia” ha inundado esta mañana la Avenida Pensilvania de Washington, que une la Casa Blanca y el Capitolio de Estados Unidos. La simbólica imagen de la marcha, a la que han acudido unas 100.000 personas (y millones en las calles de los 50 estados del país), ha contrastado con la caracterización que han hecho de ella los republicanos: “Una manifestación de odio hacia América”, de “marxistas del ala pro-Hamas del Partido Demócrata”, de “inmigrantes ilegales”, “criminales violentos” y “terroristas”.
En realidad, todo lo que ha tenido de terrorismo la manifestación ha sido la designación oficial que hizo Donald Trump, por medio de orden ejecutiva, del movimiento antifascista como una “organización terrorista do