Bolivia llega a la segunda vuelta presidencial de este domingo en medio de una aguda escasez de combustible que afecta a todo el país y que mantiene en alerta al Gobierno, al Tribunal Supremo Electoral (TSE) y a la población.
Durante la última semana, cientos de vehículos formaron filas de varios kilómetros frente a estaciones de servicio de distintas regiones para intentar abastecerse de diésel y gasolina. La tensión estalló luego de que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) advirtiera que no podía garantizar el suministro en los próximos días por falta de divisas para financiar las importaciones.
La votación, prevista para el 19 de octubre, enfrenta por primera vez en la historia reciente a dos candidatos en segunda vuelta: el centrista Rodrigo Paz Pereira y el expres