Las escuelas públicas de Nueva York atraviesan un momento complejo: mientras el gobierno local implementa recortes presupuestales que afectan programas sociales y educativos , los planteles han reafirmado su compromiso con la inclusión y la defensa de los derechos de los estudiantes transgénero. Directivos y docentes aseguran que, pese a la falta de recursos, no permitirán retrocesos en las políticas de respeto a la identidad de género, una conquista que consideran esencial para garantizar entornos escolares seguros y libres de discriminación.

Los recortes impulsados por la administración municipal han generado preocupación entre comunidades educativas, especialmente porque podrían afectar servicios de salud mental, orientación psicológica y espacios de acompañamiento para jóvenes LGBT

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