El petróleo y sus derivados constituyen la principal fuente de energía. Su consumo universal, unido a una extensa red de distribución, marítima, oleoductos, etc… la hace la más demandada del planeta, especialmente en el transporte, tanto marítimo, como aéreo o terrestre, en donde es la dominante. Además de ser un componente básico en productos de la industria química y también, aunque de forma más marginal, en la producción de energía eléctrica, tanto de uno industrial como doméstico. El 32,9% del total mundial corresponde al oro negro.
La segunda fuente la constituye el carbón, que aporta el 29,7% del mix energético planetario. Es sin duda la que en Europa se ha perseguido con más inquina. Un mineral abundante en el continente y que, por criterios políticos, que supeditan la autonomía y